martes, 30 de junio de 2009

Una maravilla llamada Halo

Dedícate los siguientes 3 minutos y 47 segundos del día. Apaga la luz y sumérgete en esta obra de arte. Aún no lo sabes, pero te la mereces.


Beyoncé - Halo
[Sugerencia: Repetir su visualización tiene efectos beneficiosos para tu salud]

Cita postuaria: "La vida es como la música, debe componerse con el oído, el sentimiento y el instinto, no mediante reglas". (Samuel Butler, 1612-1680)

SIGUE LEYENDO...

lunes, 29 de junio de 2009

Marchando hij@ con 2Gb de memoria extra, 10x1 en defensas y doble ración de células antienvejecimiento

Leía esta semana en Magazine una entrevista al genial científico Stephen Hawking. Una de las reflexiones que, sorprendentemente, expresaba con plena convicción hacía referencia a futuros seres humanos autodiseñados:

"...Una vez leído el libro de la vida en el proyecto del genoma humano, se empezarán a introducir correcciones en el ser humano. No lo dude. Estoy convencido de que durante los próximos cien años se descubrirá cómo modificar tanto la inteligencia como instintos negativos, como la agresividad. Los gobiernos, claro, promulgarán leyes contra la ingeniería genética con humanos. Pero el mundo es muy grande y, en algún remoto lugar, alguien no será capaz de resistir la tentación de mejorar características humanas como el tamaño de la memoria, la resistencia a enfermedades o la duración de la vida. Una vez que aparezcan tales superhumanos, cada vez habrá más y surgirán conflictos políticos muy graves porque estos superhombres convivirán con los humanos no mejorados, que serán incapaces de competir con ellos. ¿Qué les pasará a esos humanos que serán como nosotros? Presumiblemente morirán o se convertirán en irrelevantes. En su lugar habrá una raza de seres autodiseñados que se mejorarán a sí mismos a ritmos cada vez mayores..."

Cita postuaria: "Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que no lo hagan trabajar". (René Descartes, 1596-1650)

SIGUE LEYENDO...

jueves, 25 de junio de 2009

Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos y el sentido común

Hoy ha llegado a mi poder, procedente de una estimada dirección de email, un enlace que me redirigía a un vídeo que me ha parecido muy interesante. Al darle al play observaremos como un anciano de la tribu de los Hopi (se cree que es la tribu de nativos norteamericanos que lleva más tiempo viviendo en el mismo sitio) nos cuenta como el saber ancestral transmitido de abuelos a nietos ha conseguido identificar los procesos evolutivos naturales y, tal vez, lograr predecir esos cambios.




El testimonio anterior forma parte de un documental cuya segunda parte podéis disfrutar a continuación. Quién tiene la palabra ahora es Oren Lyons, nativo de la tribu Iraquois y activista pro supervivencia de los pueblos nativos norteamericanos. Habla del principio de la séptima generación: "...en nuestra forma de vida, en nuestro gobierno, en todas las decisiones que tomamos, pensamos siempre en la séptima generación futura. Nuestro trabajo consiste en procurar que los que vengan después, las generaciones que aún no han nacido, no encuentren un mundo peor que el nuestro...".




Cita postuaria: "El sentido común es el menos común de los sentidos". (Horace Greeley)

SIGUE LEYENDO...

lunes, 22 de junio de 2009

Para los que no encontrasteis razones

Después de que menos de la mitad de vosotros -me refiero a los que os acostáis como europeos cada día- ejerciera su derecho a voto en las pasadas elecciones europeas, he echado en falta algún que otro análisis autocrítico de la familia política en general, por cierto cada día menos numerosa. Entre lo que he podido (esta vez sinónimo de querido) leer y escuchar en las últimas semanas me quedo con está dura reflexión que expresaba Agustín Pery, director de El Mundo-El Día de Baleares, el pasado 14 de junio. En ella enfoca la realidad política y social de nuestros días sin paños calientes. No habla de colores ni de tendencias. Habla de las personas que los abanderan. Que nos representan. O eso creen.

Por ciento (y pico) razones

Diseccionados los resultados, leídos todos los articulistas propios y extraños, escuchados en confesión tirios y troyanos y consciente de que lo que escriba es hoy más que nunca papel mojado, me dejarán que al menos felicite al verdadero vencedor de la cita europea: el partido de la abstención. Y_como ya saben que siempre intento ser original, aunque casi nunca lo logre, esculpo esta columna con el ritmo de un anuncio de Coca-Cola. Son las razones, algunas, por las que los baleares pasaron de votar. Se las ofrezco gratis a los políticos. Ya saben, entiendo el periodismo como un servicio público:

—Porque no les creo.

—Porque si les creí, me defraudaron.

—Ellos cada vez son más ricos y yo cada vez más pobre.

—Porque qué más da que vengan los otros.

—Los buenos son cada vez más malos.

—Los malos se parecen cada vez más a los buenos.

—Porque son como Juan Palomo y yo ni guiso ni como.

—Bruselas está muy lejos… afortunadamente.

—El Parlament está muy cerca… desgraciadamente.

—Porque mienten hasta cuando dicen la verdad.

—Porque miran hacia dentro y hace tiempo que estamos fuera.

—Cuando miran hacia fuera es para seguir estando dentro.

—Porque si te tapas la nariz te toca respirar por la boca.

—Una urna vacía es un corte de mangas.

—Porque nada es lo que parece, ni mucho menos.

—No podré con el enemigo pero jamás me uniré a él.

—Antes que morir de pie prefiero tumbarme en la playa.

—Ojos que no ven corazón que no siente. El mío es una piedra.

—Porque lo peor está por llegar.

—Porque a mí que me registren.

—De ilusión también se vive pero con los políticos se acaba en la tumba.

—Ya tropecé demasiadas veces con la misma piedra.

—Creo en otra forma de hacer política y la mía es ésta.

—Porque se parecen tanto que ya no los distingo.

—Porque sigo esperando.

—Porque estoy desesperado.

—Dejé de admirarlos.

—Empiezo a despreciarlos.

—Porque siempre ganan los mismos.

—Porque siempre pierdo.

—A mí ya no me pillan.

—Porque me pillaron demasiadas veces.

—Porque no se dan cuenta de que es mejor estar sólo que mal acompañado.

—Yo no soy como ellos.

—Es mentira que si no votas no puedes protestar.

—Es verdad que si no votas te van a mandar igual.

—Porque así tengo la conciencia tranquila.

—Porque no son conscientes de lo que pasa.

—Quiero castigarles.

—Porque les conozco.

—Ellos a mí no.

—Se ríen de nosotros.

—Así me río yo.

—Porque nunca pasa nada.

—Para que algún día pase.

—Porque si pasa, me sentiré orgulloso.

—Porque viven de nosotros.

—Porque nos dan muy mala vida.

—No cuentan con nosotros.

—Nos van a contar igual.

—Para que el malo conocido no cuente conmigo.

—Porque a mí que no me pillen.

—Porque les da igual.

—Porque a mí también.

—Porque si ganan ellos, yo pierdo.

—Porque si pierden, yo gano.

—Porque son el conjunto vacío.

—Porque ya no me llenan.

—Porque fuera de la política hay mucha vida.

—La política está muerta.

—Porque creo en la democracia.

—Porque ellos no.

—Porque en política todo vale.

—Valgo más que ellos.

—Porque sigo esperando.

—Porque de ellos ya no espero nada.

—Porque unos son corruptos y los demás callan.

— Porque grito con mi desprecio.

— Porque lo controlan todo.

—A mí no me controlan.

—Yo me iré.

—Ellos se quedarán.

—Porque espero una revolución.

—Son unos ignorantes.

—No hay mayor castigo que ignorarlos.

—Nunca están cuando los necesitas.

—Ellos me necesitan más que yo a ellos.

—Porque les veo venir.

—Nunca les veo irse.

—Cuando se van parece que huyen.

—Nunca dan la cara.

—Tienen demasiada.

—Viven en otro mundo.

—Porque lo pagamos entre todos.

—Por si las moscas.

—Contra los moscones.

—Porque no se dan cuenta.

—Porque yo sí.

—Porque siempre tienen excusas.

—Porque no me hacen falta.

—Porque no valen nada.

—Porque mi voto vale mucho.

—Porque no saben nada.

—Creen saberlo todo.

—No tienen remedio.

—Me niego a ser su solución.

—Prometen mucho.

—Yo no les prometí nada.

—Me quedo tranquilo.

—Por si se ponen nerviosos.

—No solucionan mis problemas.

—Quiero ser el suyo.

—Nos dan por hipotecados.

—Yo a ellos también.

—Porque no saben lo que les espera.

—Porque yo sí.

—Porque se agarran a la silla.

—Porque no dan ni golpe.

—Por dárselo.

—Porque ¡ya vale!

—¿Por qué tendría que votarles?

Que se abstengan de explicármelo.

agustin.pery@elmundo.es

SIGUE LEYENDO...

viernes, 12 de junio de 2009

94 millones de justificaciones

Leído en el blog de Matías Vallés:

Cristiano Ronaldo no tiene un precio, sino un desprecio. Con su fichaje por 94 escasos millones, Florentino Pérez y sus Poceros de lujo asociados han coronado una imagen más repugnante que las fotografías de las entretenidas de Berlusconi. Admitiendo que el Real Madrid simboliza al estado, un país en ruinas ficha con más avidez que Abramovich en los años de criminal borrachera bursátil. Si el gobierno autoriza ese insulto a los cuatro millones de parados, sin investigar fiscalmente hasta el tuétano a todas las instituciones involucradas, merece el mismo respeto que la dictadura de Kazajastán.

Los inmobiliarios que han hundido la economía española se mofan abiertamente de los ciudadanos a quienes han estrangulado con hipotecas abusivas. La ficción de que el fútbol genera el dinero pagado por Ronaldo suma la burla a la afrenta, los 94 millones garantizan únicamente la renegociación de deudas, vedada a los contribuyentes. Los bancos que financian la operación de alto riesgo –pendiente de un tobillo– niegan créditos a sus clientes débiles, imponen comisiones esclavistas, castigan el mínimo atraso en la satisfacción de compromisos. Por no hablar de las ayudas públicas en curso para sanearlos.

Hace tiempo que abdicamos de la moral, pero hay que regenerar la capacidad de sentir asco. Ronaldo ni siquiera es el mejor jugador del mundo. Fracasó en la Champions y en la selección, sólo asegura la goleada al Numancia. La mitad de los diez fichajes más caros del mundo se saldaron con estrepitosos fracasos, empezando por el traspaso de otro Ronaldo al Madrid. En lo icónico, ni punto de comparación entre Zidane y el portugués, que encarna los peores valores del narcisismo deportivo descerebrado. Empezamos a vislumbrar en qué consiste la “refundación capitalista” prometida por Sarkozy, para acabar con el “ladrillo descontrolado” que denunció Zapatero. Ojalá esta fantochada de nuevos ricos, con el dinero de nuevos pobres, genere la rabia suficiente para que los ladrillazos cambien de sentido por una vez.

Tal vez nos convendría recapacitar un poco... aunque sea eso, poco.


Cita postuaria: "Hace tiempo que abdicamos de la moral, pero hay que regenerar la capacidad de sentir asco". (Matías Vallés)

SIGUE LEYENDO...

jueves, 11 de junio de 2009

La teoría del joven número 3

Curioso vídeo y más curioso aún el análisis que hace de él Seth Godin en su blog. Que ¿cómo he llegado hasta ahí? Uno de esos caprichos aleatorios de un destino cabezón que se empeña en hacerme parecer interesante cuando él y yo sabemos -mucho más en su caso, por supuesto- que no hay más cera que la que arde.

A ver que os parece el vídeo. Dice Godin -no confundir con el futbolista del Villarreal- que necesitamos más jóvenes nº3 (siguiendo el orden de aparición) para liderar los cambios en nuestra sociedad, y que es la aparición o no de individuos como el joven número 3 lo que permite transformar una reacción espontánea en un movimiento.


SIGUE LEYENDO...

martes, 9 de junio de 2009

Cuando vamos a estar a la altura de nuestros trabajadores

El bueno de BlackJack hacía una reflexión a propósito de las circunstancias laborales tan difíciles por las que están atravesando muchos de los nuestros actualmente. Conseguir no desesperarse quizá sea el objetivo, pero sin duda que no resulta tarea fácil. Precisamente de esa realidad, y en concreto de la de aquellos que han superado la cuarentena trata el último post de Cosas Que Pasan:

"...Ya durante el mes de Mayo, me encontraba en un poquito de bajón. De hecho, el día 8 el blog cumplió dos años (y el 14 yo cumplí los 45) y ni siquiera tuve ganas de escribir aunque fuera una nota. La verdad es que sigo sin tener demasiado claro si vale la pena seguir escribiendo esta bitácora. No lusers, no news.

Una cosa que si tengo clara, es la absoluta invisibilidad del parado a partir de los 40 años. He presentado currículos a todo lo que pudiera parecerse a un trabajo y ni por esas. Unas veces porque “no reunes exactamente el perfil solicitado” (es decir, que a menos que te traigas la cartera de clientes que tenías, lo tienes claro) y otras “porque tu CV supera con creces lo necesario para cubrir el puesto ofertado” (o sea, buscamos a alguien que apenas sepa leer y escribir y al que le podamos pagar el sueldo mínimo y haga horas extras sin cobrar y a final de mes ponga el culo si nos apetece).

Me he encontrado incluso con gente que en cuanto llega a la línea del CV donde aparece tu fecha de nacimiento, lo aparta y te suelta lo de “ya le llamaremos”, lo cual no deja de ser un elegante eufemismo para decirte “si esperas que te llamemos, lo llevas claro”..."


Cita postuaria: "La recompensa del trabajo bien hecho es la oportunidad de hacer más trabajo bien hecho". (Jonas Edward Salk, 1914-1995)


SIGUE LEYENDO...

lunes, 8 de junio de 2009

Fotografía a flor de piel

A los que os interesa la fotografía y su versión más creativa os recomiendo que echéis un vistazo a la web profesional del fotógrafo mallorquín y amigo Javier Izquierdo.

Me gusta especialmente la serie Francisca Femenias. Death after life. Sin pelos en el objetivo. Pasen y sientan.

Cita postuaria: "La fotografía es verdad. Y el cine es una verdad 24 veces por segundo". (Jean Luc Goddard)






SIGUE LEYENDO...

jueves, 4 de junio de 2009

Se busca marciano para intercambio de residencia

Arranca el mes de junio y con él una nueva edición mensual de la revista PocoMás Magazine. Como siempre, y sin explicación convincente, han decidido no erradicar de cuajo mi testimonial sección que en este número he titulado "Se busca marciano para intercambio de residencia", y que podéis leer a continuación.

Se busca marciano para intercambio de residencia

Cada día estoy más convencido de que una epidemia de hijoputismo severo nos acecha. Ahí va el último ejemplo. Estaba yo apurando a bocados los últimos suspiros de mi cena, cuando una noticia me secó la saliva y alguna que otra cosa más. Un tipo, chino de China y residente por aquellos lares, rondaba la tragedia. Había decidido acabar con su vida. Al menos eso creía él. Se encaramó a la estructura de un puente desde el que lanzar al precipicio su cuerpo cargado de recuerdos y deudas. Se trataba de un constructor masacrado por los latigazos de la crisis.

Después de casi cinco horas al borde de la desgracia apareció en escena el héroe de turno, o eso creyeron todos los presentes, incluido el atormentado escalador. El Chuck Norris oriental se ofreció como negociador y se dispuso a trepar hasta el lugar en el que la futura víctima de si mismo tenía pensado despedirse del planeta. El salvador, muy seguro de sus habilidades, llegó a la altura donde se encontraba el sufridor compatriota y empezó a charlar con él. Los testigos del acontecimiento -a excepción de algunos medios que ya habían enviado la crónica del futuro cráneo esparcido por el piso inferior- se frotaban las manos presagiando un final feliz (no tan feliz como el dispensado en las modernas peluquerías orientales que se están instalando en España). Cuando los testigos de la odisea se abrazaban y bailaban la conga celebrando la habilidad del negociador, el figura agarró de un brazo al atormentado empresario y lo lanzó a los leones. S’ha acabat, dijo en su fuero interno el pacifista de plastilina sin más remordimientos que el de no haber acertado en la dirección del empujón, que condujo a la víctima a la lona de protección que le había preparado el dispositivo de emergencias.


Me quedé alucinando (de ese mismo alucinar que conjugaba Jim Morrison). A ver si lo entiendo: Un pobre desgraciado superado por los acontecimientos y preso de un ataque de enajenación mental de caballo, decide acabar con todo y no tiene derecho ni a tomarse su tiempo para meditarlo. Es más, no sólo no intentan convencerle de que aquel no es el camino, sino que encima le revientan esos instantes tan íntimos y personales empujándole al vacío para agilizarle los trámites. “¡Tienen que sodomizarme hasta el último día!”, debió pensar el pobre hombre. Está visto que ya no hay paciencia ni para que uno pueda arrepentirse de sus errores, por muy irreversibles que estos pudieran llegar a ser. Cuando ese buen hombre empezó a creer que quizá las cosas podrían encararse de otro modo, aparece un cazurro de cromañón y le jode su momento “alguien podría decirme que coño hacer con mi vida”. Ya me dirás, trabajar toda tu vida como un chino para esto. Lo macanudo del asunto es que no tardaremos mucho en pensar que es algo normal, como ya lo es no ceder el asiento a los mayores en el autobús, querer acariciar el éxito sin romper el huevo, perseguir la fama aunque sea a costa de rebañar la lengua con todo un regimiento de faranduleros de garrafón o no tener ni un reparo en hincar el codo en cantidades industriales sin asumir las consecuencias posteriores que tiene para nuestra azotea. Dejémoslo por hoy. El próximo mes, más y probablemente mucho peor.

SIGUE LEYENDO...

martes, 2 de junio de 2009

Euros por palabras

La Huella Digital recoge un artículo, como mínimo, de intensa digestión con la firma de nada menos que Arturo Pérez-Reverte en XLSemanal. Trata de la situación actual del periodismo patrio o apátrida, según se mire, y su vinculación con los tentáculos empresariales. Pasen y lean. Y opinen, por supuesto.

Eché los dientes profesionales al principio de los setenta, dando tumbos entre lugares revueltos y un periódico de los de antes; cuando no existían gabinetes de comunicación, correo electrónico ni ruedas de prensa sin preguntas. En aquel periódico, los reporteros buscaban noticias como lobos hambrientos, y se rompían los cuernos por firmar en primera página. Se llamaba Pueblo, era el más leído de España, y en él se daba la mayor concentración imaginable de golfos, burlangas, caimanes y buscavidas por metro cuadrado. Era una pintoresca peña de tipos resabiados, sin escrúpulos, capaces de matar a su madre o prostituir a su hermana por una exclusiva, sin que les temblara el pulso. Y que a pesar de eso –o tal vez por eso– eran los mejores periodistas del mundo.
Nunca aprendí tanto, ni me reí tanto, como en aquel garito de la calle Huertas de Madrid, que incluía todos los bares en quinientos metros a la redonda. Algo que no olvidé nunca es que los periodistas –los buenos reporteros, sobre todo– corren juntos la carrera, ayudándose entre sí, y sólo se fastidian unos a otros en el esprint. Ahí, a la hora de hacerse con la noticia y enviarla antes que nadie, la norma era –supongo que todavía lo es– no darle cuartel ni a tu padre. Eso no excluía el buen rollo, ni echar una mano a los colegas. Los directores y propietarios de radios y periódicos tenían sus ajustes de cuentas entre ellos, pero a la infantería esa murga empresarial se la traía bastante floja. Hasta con los del ultrafacha diario El Alcázar nos llevábamos bien, y cuando estábamos aburridos en la redacción y telefoneábamos diciendo «¿El Alcázar? Somos los rojos. Si no os rendís, fusilamos a vuestro hijo», reconocían nuestra voz y se limitaban a llamarnos hijos de la gran puta.

Eran otros tiempos. Y nosotros, a tono con ellos, éramos cazadores de noticias de primera página, conscientes de que la vida nos había llevado a Pueblo como podía habernos llevado a La Vanguardia, Ya, Arriba, Diario 16 o –ignoro si había uno– el Eco de Calahorra. Sabíamos incluso que un día u otro, por azares de la vida, podíamos ir a parar a cualquiera de ellos. Cada cual tenía sus ideas particulares, por supuesto; pero estamos hablando de periodismo. De pan de cada día y de reglas básicas. Éstas incluían aportar hechos y no opiniones, no respetar en el fondo nada ni a nadie, y ser sobornables sólo con información exclusiva, mujeres guapas –o el equivalente para reporteras intrépidas– y gloriosas firmas en primera. En el peor de los casos, los jefes compraban tu trabajo, no tu alma. Ser periodista no era una cruzada ideológica, sino un oficio bronco y apasionante. Como habría dicho Graham Greene, Dios y la militancia política sólo existían para los editorialistas, los columnistas y los jefes de la sección de Nacional. A ellos dejábamos, con mucho gusto, la parte sublime del negocio.
El resto éramos mercenarios eficaces y peligrosos. Con tales antecedentes, comprenderán que ahora, a veces, largue la pota. Es tan perversa la política actual que la frontera entre información y opinión, alterada en las últimas décadas por un compadreo poco escrupuloso con los partidos y la gentuza que en ellos medra, se ha ido al carajo. Contagiados del putiferio nacional, algunos periodistas de infantería se curran hoy el estatus sin remilgos. Tal como está el patio, según el medio que les da de comer, se ven obligados a tomar partido, de buen grado o por fuerza, alineándose con la opción política o empresarial oportuna. Antes podían manipularte un titular o un texto; pero al menos lo defendías como gato panza arriba, ciscándote en los muertos del redactor jefe, que además era amigo tuyo. Un buen periodista podía pasar sin despeinarse de Arriba a Informaciones, o al revés. Lo redimía el higiénico cinismo profesional. Ahora, el salario del miedo incluye succionar ciruelos con siglas e insultar a los colegas como si la independencia personal fuera incompatible con el oficio. Secundar a la empresa hasta en sus guerras y disparates. Así, redactores culturales que antes sólo hablaban de libros o teatro escriben también columnas de opinión donde atacan a este partido o defienden a aquél; y hasta el becario que trajina noticias locales debe meter guiños en contra o a favor, demostrando además que se lo cree de verdad, si quiere seguir empleado. El otro día me quedé patedefuá cuando, en el programa del tiempo de una televisión privada, su presentador –meteorólogo o algo así– introdujo un chiste político a favor de la empresa donde curra. También resulta educativo comprobar que dos o tres columnistas de un prestigioso diario afecto al actual Gobierno, hasta ayer mismo dispuestos a tragárselo todo, han bajado unánimes, como un solo hombre y una sola mujer, el incienso a un punto más tibio, adoptando cautas distancias desde que la página editorial de su periódico empezó a incluir críticas hacia el presidente Zapatero. Obligaciones de empresa aparte, los hay también que nunca pierden ningún tren, porque corren delante de la locomotora.

Cita postuaria: "La corrupción del alma es más vergonzosa que la del cuerpo".(José María Vargas Vila, 1840-1933)

SIGUE LEYENDO...