A veces empezamos o acabamos los días de mejor o peor manera dependiendo de algún pequeño detalle o anécdota, que a pesar de su escasa importancia puede inclinar la balanza de uno u otro lado. A mí no me miréis; esto está montado así e igual que la imbecilidad, ocurre sin avisar y no hay que darle más vueltas. Precisamente os voy a hablar de un candidato al gilipuertas de oro de la academia.
Situaros. Entro en uno de los bares a los que acudo habitualmente -este dato quizás no sea muy preciso pero sólo hago que imitar a nuestros referentes actuales-. Antes de llegar a la barra ya tengo mi café servido sin articular palabra, y de propina me cae una sonrisa de cortesía del camarero que ciertamente no le daría para ganar el premio profident del día. Tomo asiento y cojo el primer periódico que diviso al alcance de mi mano, asegurándome de que para apropiarme de él no necesito ayudarme de mi codo. Es media tarde, no tengo ganas de guerra y me da mucha más pereza tener que firmar la paz. A tiro de estornudo se encuentra una pareja de tipos que no reconozco, a pesar de que por el volumen de su conversación diría que están ansiosos por que entremos en la misma. La cosa sigue tal que así:
-Pues no sé que hacer, tío. Creo que le diré que me marcho el 'finde' con los colegas sin más. Hace tiempo que lo tenemos planificado -dice el sujeto paciente-.
-Lo que tienes que hacer -mal asunto cuando empezamos así- es decirle: "Mira tía, el viernes me las piro y hasta el domingo no estaré disponible" -suelta el sujeto impaciente al que sólo le podía reprochar que no hiciera el gesto de retorcer el pescuezo de un palomo con sus manos.
Viendo los derroteros por los que parecía encaminarse la conversación privada convertida en mitin verdulero, decidí abstraerme. Y lo logré, aunque fuera por espacio un par de segundos. Entonces, el macho de la especie ibérica, dados los salchichones que hubiera dado de sí después de un buen San Martín, se decolgó con una reflexión digna de un memo condecorado con honores.
-A las tías hay que marcarles el terreno desde el principio. ¿Sabes lo que hago yo? -observé como se nos contagiaban las arcadas al resto de clientes afectados por la onda expansiva producida por ese prodigio de la era cromañón-. Yo se lo digo muy clarito: esto es lo que hay y si no te gusta tiene dos trabajos, mosquearte y des... 'loquesea'- lanzó el tigre salvaje al que la selva se le queda pequeña cuando se pone a marcarla con su orina.
A todo esto, y ayudado de un esponjoso croissant para amortiguar las galletas verbales de su amigo y apuñalador a tiempo parcial, el sujeto paciente (hasta la médula) no articulaba palabra. Y hacía lo correcto. Cuando intentas interceder por alguién cuyo coeficiente intelectual se le va entregando a plazos, lo más probable es que quedarse en silencio te haga salir victorioso. La ley del mínimo esfuerzo, chatín.
Entre bocado dulce y sorbo amargo, el Atila de las relaciones personales seguía erre que erre con su teoría de la gravedad: -Oye, que si se enfada no es nada grave, ¿eh?- argumentaba el valiente capullo... en flor silvestre. -Yo siempre digo una cosa: hay más mujeres que longanizas. Eso no es problema- concluyó el obama de la vida en pareja.
En los instantes siguientes logré alejarme de los briconsejos del gurú del amor en primera persona. Mientras navegaba sin rumbo entre las páginas del Marca -a ciertas horas mis facultades limitadas me impiden completar los sudokus del Wall Street Journal- una voz femenina se fue apoderando del ambiente. Giro mi cabeza en dirección a los pili y mili y observo como una chica de la misma edad se sienta en su mesa. Acto seguido, terminator toma las riendas de la conversación y lejos de coger el toro por los cuernos pregunta con voz dulce cual ventrílocuo:
-Dime cari, ¿qué quieres que hagamos esta noche?. La próxima vez me toca escoger a mí, ¿vale?-.
Yo no daba crédito. Chuck Norris le cedía el mando de la operación a Miss Rehén 2008. Si es que ya se sabe, "dime de qué presumes... y te diré que coche tienes".
Cita postuaria: "El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo" (Goethe)
jueves, 27 de noviembre de 2008
Hay más fantasmas que sábanas...
miércoles, 26 de noviembre de 2008
"Café y Más" es mi recomendación de la semana
Café y más es un blog muy interesante obra del palmesano Jesús Cortés. En él encontrarás multitud de sugerencias gastronómicas que nos ofrece la isla, acompañadas de fotografías de los diferentes menús degustados y la correspondiente valoración del servicio que ofrece cada cafetería, con sus pros y sus contras. Es muy útil para ir variando los lugares habituales en los que disfrutamos de nuestra vida social. Elegir qué tomar, a qué hora y dónde es una de sus múltiples utilidades.
martes, 25 de noviembre de 2008
Sorpresa, sorpresa
El próximo lunes, día 1 de diciembre, os tengo preparada una sorpresa. Estad atentos porque tal vez os guste, por la parte que os toca...
Besos y abrazos.
sábado, 15 de noviembre de 2008
Ni Gila lo hubiera hecho mejor
No os lo váis a creer. O quizás sí a estas alturas de la película. Leo en El Mundo una noticia muy peculiar: <'Renegado' y 'Renacimiento', nombres en clave de los Obama>. Esos son los apodos con los que servicios secretos estadounidenses han bautizado a los futuros iquilinos de la Casa Blanca.
Me pregunto yo, en un alarde de lucidez impropio de mi, si cuando se busca un "alias" para alguién en materia de seguridad, no será para que todo aquel ajeno a ese fin que pudiera acceder a alguna de esas conversaciones privadas, desconozca de quién se está hablando en cada instante. Ahora bien, desde el momento en que se revela dicha información para que la pueda publicar hasta la revista "Fanáticos de las figuras de papel a topos", digo yo, que tal propósito inicial se manda a tomar viento con la misma facilidad con la que blasfemamos cuando estamos al volante.
Cita postuaria: "Inteligencia militar son dos términos contradictorios" (Groucho Marx)
martes, 11 de noviembre de 2008
En pie: tiene la palabra Eugenio
Veo en el blog de Andreu Buenafuente una entrada en recuerdo del mítico humorista Eugenio. Cuando no había más televisión que La1 y La2, él era uno de los responsables de colocar algo de humor en nuestros hogares. A continuación os dejo uno de sus tantos shows para deleite de aquellos que gocen de amplitud de miras y sofisticación limitada.
Cita postuaria: "La potencia intelectual de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar" (Nietzsche)
Un mundo perfecto, en Poco Más Magazine
Ya está en circulación el número de noviembre de Poco Más Magazine donde podréis encontrar mi nueva aportación al optimismo desenfrenado con el que encarar nuestros días. No os lo toméis al pie de la letra sin consultar antes a vuestro farmacéutico. Puede presentar contraindicaciones severas si no se tienen las tragaderas bien dilatadas, o si se padece de estreñimiento mental agudo. Ahí lo dejo.
Un mundo perfecto
Quién diga que este mundo nuestro no es perfectamente cojonudo, no está en su sano juicio. Tenemos de todo y mucho donde elegir, y gracias a la globalización todo está a nuestro alcance, empezando por la crisis (ups, se me escapó sin querer señorías). Grosso modo y atendiendo únicamente a la distribución al por mayor, disfrutamos de fantásticas guerras dirigidas por cobardes que provocan el éxodo de los valientes. Existen multitud de lugares donde el dinero es el que manda, y otros tantos sitios a donde es mandado por sus emigrantes lejanos. Convivimos con gente que lucha fervientemente por la igualdad, y gente que discrimina ferozmente a sus iguales. Padecemos a presidentes de gobierno impresentables y a trabajadores impecables sin presente. Existen individuos con hambre de éxito y lugares dónde alimentarse es un éxito. Conocemos a muchos que aprenden del pasado y a otros tantos que pasan de la historia y prenden con llamas su futuro…
Tras este magnífico panorama podemos empezar, si os apetece –y si no también, que para eso soy yo el que escribe- por el juego que nos proporcionan aquellos que descubren su pasión por el dinero con retraso. En este punto no podemos olvidarnos de los nuevos ricos. Además de devolverte la fe en la democracia (todo el mundo debe tener una oportunidad y lo que le sigue…) también aumentan la demanda de nuevas formas de ganarse la vida dignamente, entre ellas la de asesor de imagen. Y cuando digo imagen, estoy diciendo única y exactamente eso: imagen. En esos casos, pretender modificar la conducta lo dejamos en manos de Jane Goodall y sus progresos con los simios. No tiene precio poder hacer entender a un potentado de nuevo cuño que lucir una camiseta ajustada celeste con americana de vestir sólo estuvo al alcance de Sonny Crockett en “Miami Vice”, y de eso hace ya unas bien merecidas décadas. Como la imbecilidad también se democratiza, tal vez podamos plantearnos la creación de una ONG que se interese por estas personas. Haría falta una importante inversión para iniciar terapias que ayudasen a comprender a estos millonarios, que combinar adecuadamente las prendas de vestir no es lo mismo que acumular marcas una sobre otra, y en cambio sí tiene que ver con saber relacionar con cierto sentido colores y tejidos –Paco Clavel dixit-.
A pesar de ello, insisto, este planeta me pone, y mucho. Una de las cosas que más me estimula es comprobar el resultado obtenido por aquellos que han aplicado a sus vidas aquel principio que propone que “con trabajo y dedicación, todo es posible”. En la política disfrutamos de los mejores ejemplos. No son pocos los que mortifican sin desfallecer a nuestro entrañable George Bush, sin haber reparado en una cuestión fundamental: su esfuerzo y tesón. Echando mano de ambos se propuso llegar a ser el gobernante más incompetente y nefasto que ha tenido jamás una primera potencia mundial, y a fuerza de insistir en su empeño, cosa que es innegable, lo ha logrado con creces. Me temo que lo suyo ha sido un simple problema de antipatía. No es posible que un dirigente capaz de concluir por si mismo que “si no se tiene éxito se corre el riesgo de fracasar”, obtenga tan escaso reconocimiento. No han sido justos con él ni sus padres, a quienes desde aquí responsabilizo de haber llenado de pájaros la cabeza del pobre George. No fueron conscientes de que se trataba de un espacio con aforo limitado.
Y es que este globo nuestro, lejos de pincharse, se infla cada día un poquito más. Es como un “tío vivo”: además de girar, entretiene. Y eso que ha cambiado mucho en los últimos años. Antes, para perpetrar un robo era preceptivo el uso de la violencia. Eso no es vida. Los tiempos han cambiado y ahora todo tiene un toque de glamour que quita el “sentío”. Como dijo mi compañero de columna, los asaltadores han cambiado las armas por las corbatas y el olor a pólvora por una sutil fragancia de Prada. Como dije antes, la voluntad todo lo puede. Los altos ejecutivos –atendiendo al tamaño de sus comisiones- de la banca se han esforzado sin reservas para arruinarnos a todos y van camino de llevarse el gato al agua. Se colocaron a un lado de la serpiente de dominó, soplando cada vez con más intensidad hasta que tumbaron la primera ficha. Y tras la primera, cayeron y caerán las demás. Mientras nos soplaban los ahorros, sus bolsillos iban hinchándose generosamente. Todo ello desde la buena fe y la mejor de las intenciones. No quiero ni imaginarme lo difícil que tiene que resultar a estos individuos seleccionar bien sus inversiones con tanto impaciente suelto y ese ruido de fondo que no deja de cuestionar su decencia. Los mileuristas no cargan con ese problema y nadie ha salido a recordarlo, así que al César lo que es del César. Y si de emperadores hablamos, no podemos olvidarnos de los poderes institucionales. Se ha atacado injustamente a las comisiones de los mercados de valores que deben dedicarse, como su nombre indica y así ha sido, a gestionar, promover y recolocar las comisiones obtenidas religiosamente y sin pecado concebido, por lo menos por su parte. A fin de cuentas, todo el mundo ha puesto de su parte en todo este repertorio, con ligeros matices. Unos han utilizado su boca para lamer, otros han puesto la mano para llenarla y todos los demás (cada día somos más) la última parada de nuestro aparato digestivo.
A pesar de todo, presiento que aún nos quedan muchas sorpresas por disfrutar. “No estam ni a la meitat”, diría mi padre al respecto. Recuperando el espíritu de esta columna podemos asegurar sin temor a equivocarnos, que este mundo es un chollo para el entretenimiento. Si en algún otro momento, Bush no lo quiera, nos viéramos obligados a enfrentarnos a otra crisis de talla XXL, puedo aventurar que tendríamos los santos bemoles de convertir a sus responsables, en actores estelares de un reality show sobre el crack financiero que batiría récords de audiencia, retribuyendo con sueldos millonarios a los causantes de la debacle, siempre eso sí, proporcionalmente al peso de su papel en la serie. Lo que viene a decir que como a los humanos nos va mucho el masoquismo y ante todo somos unos cachondos, cuanto más chorizo fuera el tipo más “euracos” se agenciaría por la patilla. En estos casos conviene terminar mostrando nuestra satisfacción, y qué mejor manera para ilustrarlo que citando una célebre frase televisiva: “Me encanta que los planes salgan bien”. Fue una lástima que nuestro querido Aníbal y su “equipo” no hubieran podido cambiar sus heridos por fiambres.
Cita postuaria: "A todo el mundo le cae bien un buen perdedor, en especial cuando está en el equipo contrario". (Milton Segal)
miércoles, 5 de noviembre de 2008
Por fin, "Yes we can"
Casi la mitad de los españoles no se ducha a diario...
"No tan limpios como decimos", ese es el título del artículo central que publica el Magazine -suplemento dominical de El Mundo- en el número del pasado domingo. Me ha llamado la atención la atracción que sienten por la suciedad algunos (eufemismo de muchísimos) compatriotas. Esta querencia o indiferencia, según los casos, hacia la falta de higiene adopta para muchos varios nombres dependiendo del estrato social al que nos refiramos. Si se trata de un suburbio la cosa huele a "cerdo", mientras que si el perímetro del hedor rodea a un artista reconocido, un deportista de fama mundial o un caballero de alta alcurnia, estamos ante "problemas de higiene". A mi juicio, y aprovechando la coyuntura, todo huele a mierda, ni una coma más ni un punto menos.
Según la encuesta, si restamos del porcentaje total (más del 45% de españoles no se ducha cada día) los casos obligados de aquellos que viven rozando o por debajo, incluso, del umbral de la pobreza, nos encontramos ante un caso evidente de ecologismo encubierto. Se trata de personas que ofrecen su superficie corporal al medio natural para que, al ibre albedrío, repueble con fauna y flora variada cada uno de los poros de su piel. Enternece ver tal muestra de solidaridad ambiental. Lástima que esas personas de espíritu comprometido se olviden de advertirnos a los demás, y a la distancia suficiente, su afan por la preservación de las especies. Es recomendable no olvidar nuestros orígenes... pero reclamo moderación.
sábado, 1 de noviembre de 2008
Leopoldo Abadía se supera en Buenafuente
Seguro que a esta alturas ya habréis oído hablar, y mucho, de Leopoldo Abadía y su explicación de "andar por casa" de la crisis. Pues bien, a continuación podéis ver una parte de la entrevista que concedió al programa de Buenafuente hace unas semanas, en la que volvió a demostrar que es un hábil comunicador, eso sí, de perfil "campechano" para privilegio de los que sólo conocemos Harvard como abreviatura de "Jarbasete", provincia de Castilla-La Mancha.
Dadle al play y disfrutad un ratito. Para rematar la faena, os recomiendo visionar después el video del post Con "humor" todo entra mejor", que no tiene desperdicio.
Cita postuaria: "Los bancos son un poco como las pastillas de caldo: nos cuecen y se enriquecen." (Andreu Buenafuente)