lunes, 30 de noviembre de 2009

Sin ánimo de ofender

No he podido pasar por alto el hecho periodístico más relevante de los últimos años en este país -que cada uno lo vista con los trapitos que le plazca-. Doce periódicos catalanes amanecían el pasado día 26 con un idéntico editorial en sus portadas que pivotaba en torno a la defensa del Estatut de Autonomia.

El cuerpo me pide hacer pública una breve reflexión, sin ánimo de entrometerme en un barrizal que me queda un poco lejos, más aún si tenemos en cuenta que por estos lares por los que pasto el panorama político es desolador y repleto de aberraciones.

Dicho lo cual, me adentro en materia prometiendo ser muy breve. Soy partidario de la independencia total -y por ahora inexistente- de los medios de comunicación y su consiguiente expresión individual de la misma. En esa línea, me inclino por pensar que hubiera resultado mucho más sano para la opinión pública y su habitual descreída percepción de la objetiva naturaleza de las informaciones que recibe, la redacción de 12 editoriales autónomos en la confección de la forma aunque clónicamente idénticos en el fondo del asunto. En definitiva, que hubieran podido decir lo mismo pero cada uno con una pluma diferente. Aún recuerdo cuando en la escuela nos proponían como ejercicio una redacción sobre una misma temática y un servidor, siempre en busca del camino más corto hacia la misma meta, solicitaba al profersor/a la posibilidad de unir esfuerzos entre todos los alumnos en la creación de un único texto, compuesto por fragmentos procedentes de la opinión de todos. Huelga decir que nunca coló. Pues más o menos entiendo que se trata de eso.

Navegando por la blogosfera he comprobado como hay otras voces, mucho más amplificadas que la mía, que apuntan en este sentido. Nacho de la Fuente lo llama Paradoja en La Huella Digital y aporta una viñeta muy ilustrativa de JR Mora.

SIGUE LEYENDO...

domingo, 29 de noviembre de 2009

Cabreado profesional

Tengo un vecino cabreado. Pero es algo general, el mundo le puede. Lo conocí en una reunión de la comunidad, cuando la inexperiencia y el deseo de que unos extraños me escucharan me impedían decir que no a esas citas. Luego llegaron los dolores de cabeza, obligaciones laborales o los cólicos del jilguero que fueron allanando mi pasotismo vecinal. Y fue en aquella reunión cuando me percaté de que aquel hombre encarnaba la palabra resquemor. Si la conversación derivaba en ahorro, el doblador del Doctor No decía que no entendía para que se pagaban unos gastos de comunidad. Si el asunto era aprobar el presupuesto de la reparación del ascensor, el Marqués de la Encabronada intervenía para bloquear el operativo. Este tío, me dije, hubiera conseguido que los piratas somalíes hubieran devuelto a remo el Alakrana, remolcado por una réplica del Arca de Noé tallada en marfil. Menuda penitencia para su señora esposa. Tiene ganado el cielo, sin escala en el purgatorio, para ésta y las siguientes catorce vidas a disfrutar, siempre que ese verbo pueda conjugarse mirando a la cara del Conde de Nonuncanó.

Días atrás, dispuesto a ocupar mi plaza en el aparcamiento me topé con el hermano violento de Charles Bronson. Había colocado su coche en un plaza contigua a la suya mientras calculaba la maniobra a ejecutar. La jubilación le permite tomárselo con calma. Mientras pasaba por su lado noté que me miraba desde detrás del volante. Recordé al momento que Gran Torino me parecía una obra maestra del cine, precisamente por eso, porque no era real. Pero en ese instante se me partieron las pestañas del susto. Su mirada era tan penetrante que noté como llegaba hasta el rincón de mi memoria a corto plazo, donde guardaba un "mira que suerte toparme con el amargado tocagaitas en el garaje". Fui consciente de que si fuera de digestión rápida en mi hemisferio sur se hubiese producido un inevitable descarrilamiento de la carga. Mientras comprobaba por el rabillo del ojo como el padre de todos los cabreados sin ánimo de lucro estacionaba su vehículo en la plaza de su propiedad, abrí la guantera de forma sigilosa en busca de mi arma reglamentaria. Acto seguido caí en la cuenta de que los triángulos de señalización estaban donde siempre: en el maletero. Asumido el error de cálculo, pensé que si tres patas bastaban para hacer aminorar la velocidad de objetos de una tonelada desplazándose a 100 km por hora, como no iban ser útiles para reducir las aspiraciones "hitchconianas" del pájaro de la sonrisa extraviada.

Mientras hacía tiempo para provocar que no coincidiéramos en nuestros trayectos, el vecino felizmente cabreado abrió el maletero de su coche y se dispuso a reordernarlo. Cuando me decidí a bajar de mi utilitario obtuve la clave a tanto derroche de amargura. Se podía escuchar la radio desde la distancia. Tristón disfrutaba de su dogmático programa radiofónico. Ahí me derrumbé. Estudié incluso la posibilidad de aproximarme para obsequiarle con un abrazo redentor. Compasivo y empático, tal y como prescribiría mi terapia harukiniana. Todo tenía una explicación. Estar expuesto día y noche a tal adoctrinamiento, sin control decibélico y a pulmón abierto, fundamentado en la sucesión repetitiva de noes, nuncas, anormalidades, desviaciones, indecencias y sus penas capitales, habrían conseguido reconducir hasta al descarriado Wyoming.

Satisfecho por el diagnóstico, me puse a caminar en dirección a la escalera. A medio camino alcé la vista buscando con mis ojos a mi penitente vecino. Quería expresarle mi solidaridad por la carga que debía arrastrar a diario, minuto a minuto en el que sus oídos capturaban las ondas de aquel dial. Levanté mi mano derecha y activé mi sonrisa-saludo estándar. El vecino, sentado de nuevo al volante, levantó la cabeza y haciendo un gesto de incredulidad me miró dos veces con la furia de un soldado de las SS en un concierto de Noa y hasta pude escuchar lo que decían sus ojos: "Quién se ha creído que es el hijoputa este para saludarme a mí. ¡Será cabrón el tío! Venir a joderme mi encabronamiento existencial con el que purgo sus pecados a cambio de un saludo. ¡Lárgate de mi vista antes de que tenga que rezar otro credo por insultar a un prójimo, que después de los tres que llevo en la tarde de hoy por mirarle el escote a la panadera, mientras imaginaba como deben haber amasado esas manos mi barra, no tendré ni tiempo para escuchar mi pieza de Wagner antes de marcharme a la cama". Consciente de que si estuviéramos en Misuri ya haría algunos minutos que mis sesos formarían un gotelé hiperrealista en alguna de aquellas sucias paredes, me dispuse a contraer mis gemelos para impulsarme como el correcaminos y desaparecer de su ángulo de tiro. Y desde entonces ya no le guardo rencor, menos aún cuando recuerdo que hoy todavía no he ido a comprar el pan.

SIGUE LEYENDO...

viernes, 20 de noviembre de 2009

Atuneras, o el riesgo medido en millones de euros

Leo en CincoDías.com (vía ¡Qué paren las máquinas!) las conclusiones de las investigaciones periodísticas sobre el volumen de negocio de la empresa armadora del Alakrana y se me ponen los ojos en trance. La empresa propietaria del atunero secuestrado, y de otros tres buques más, acumuló unos beneficios netos en 2008 de 5.8 millones de euros. (disculpad si hay orrores ortopédicos pero es que con la otra maano voy markando el númbero de astilleros para pedir pres upuesto a ver si manimo...)

Os propongo un inocente caso práctico: Un propietario de un taxi se topa con un dilema ante dos caminos profesionales. Ruta 1: A base de carreras con origen o destino en un barrio conflictivo, con delitos de sangre al por mayor y un índice de delincuencia cercano al del Bronx, consiguiendo una facturación de entre cuatro y cinco mil euros/mes, por poner una cantidad, a sabiendas de que en cualquier momento puede estar pilotando por última vez. Ruta 2: Efectuar un replanteamiento del negocio con la intención de cambiar sus itinerarios por otros más confortables, aunque de menor rentabilidad, que le garanticen unos beneficios de alrededor de 1.800 euros/mes, colmado de ilusión ante la posibilidad que se le abre ante sí de poder acudir a la ceremonia de graduación universitaria de sus hijos.

Opinen y hagan sus apuestas...

SIGUE LEYENDO...

jueves, 19 de noviembre de 2009

No al paro

Leo en el blog creado por el comité de empresa de Gestión de Publicaciones y Publicidad (GPS), editora de revistas como Cosmopolitan o Muy Interesante que acaba de presentar un ERE, una referencia a la última entrada del blog de José Saramago, en la que aparece un texto demoledor a modo de manifiesto contra el paro, que os reproduzco a continuación. No tiene desperdicio.

Ante las manifestaciones que se están preparando en toda Europa de protesta por el desempleo, escribí, a petición de un grupo de sindicalistas, el texto que a continuación se reproduce.
No al Paro

La gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo nos trae la angustiosa sensación de que hemos llegado al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación.

¿Qué hacemos nosotros, que presenciamos, impotentes, al avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales?

¿Podemos dejar la salida de la crisis en manos de los expertos? ¿No son ellos precisamente, los banqueros, los políticos de máximo nivel mundial, los directivos de las grandes multinacionales, los especuladores, con la complicidad de los medios de comunicación social, los que, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría, nos mandaban callar cuando, en los últimos treinta años, tímidamente protestábamos, diciendo que nosotros no sabíamos nada, y por eso nos ridiculizaba? Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto- reformable y auto-regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.

¿Y ahora, cuando cada día aumenta el número de desempleados? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, del narcotráfico y otras actividades canallas? ¿Y las expedientes de crisis, hábilmente preparados para beneficio de los consejos de administración y en contra de los trabajadores?

¿Quién resuelve el problema de los desempleados, millones de víctimas de la llamada crisis, que por la avaricia, la maldad o la estupidez de los poderosos van a seguir desempleados, malviviendo temporalmente de míseros subsidios del Estado, mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de cantidades millonarias cubiertas por contratos blindados?

Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esta perspectiva debe ser analizado en los foros públicos y en las conciencias. No es exageración. Crímenes contra la humanidad no son solo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas. Crimen contra la humanidad es también el que los poderes financieros y económicos, con la complicidad efectiva o tácita de los gobiernos, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder lo que les queda, su casa y sus ahorros, después de haber perdido la única y tantas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.

Decir “No al paro” es un deber ético, un imperativo moral. Como lo es denunciar que esta situación no la generaron los trabajadores, que no son los empleados los que deben pagar la estulticia y los errores del sistema.

Decir “No al paro” es frenar el genocidio lento pero implacable al que el sistema condena a millones de personas. Sabemos que podemos salir de esta crisis, sabemos que no pedimos la luna. Y sabemos que tenemos voz para usarla. Frente a la soberbia del sistema, invoquemos nuestro derecho a la crítica y nuestra protesta. Ellos no lo saben todo. Se han equivocado. Nos han engañado. No toleremos ser sus víctimas.

José Saramago

Cita postuaria: "En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomos de un tigre acabaron dentro de él". (John Fitzgerald Kennedy, 1917-1963)

SIGUE LEYENDO...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Reciclaje 2.0 en Palma City

Lo sé. La vida a veces pone ante ti señales inequívocas de que hay algo más allá, aunque esté en este mundo. El destino ha querido que cambiara precisamente hoy mis hábitos y modificara la ruta que acostumbro a seguir camino al trabajo para toparme con algo que me ha quebrado el habla de cuajo...


Foto tomada con Samsung My Touch

Lo que para muchos hubiera sido una simple caja de galletas de mantequilla danesas, para mi supuso una revelación formidable: comprender lo extraordinaria que podía llegar a ser la mente humana. Sólo me queda por comprobar qué galleta le ha tocado a cada vecino para poder acceder a su plaza de garaje.

Sin pensármelo un barquillo, he corrido ipso facto a inscribirme bajo seudónimo -Tomeu Quely- en la próxima reunión de vecinos de tan dulce comunidad. Parece ser que los botones del ascensor son Ferreros Rocher y los buzones son de Xixona.

SIGUE LEYENDO...

martes, 17 de noviembre de 2009

Fórmulas para entretenerse

En este post me he propuesto presentaros algunas propuestas de ocio digital con las que amenizar nuestras metódicas vidas.

SIGUE LEYENDO...

lunes, 16 de noviembre de 2009

Subirse por las paredes

¿Quieres ver como caminan por las paredes los gimnastas del Cirque du Soleil?

Dale al play...


Cortesía de Carlos Moreno

A pesar de todo, seguiremos pensando que jugar nuestra partida pádel o el pilates semanal convalidan por deporte.

SIGUE LEYENDO...

La prensa me da la razón

Resulta conmovedor comprobar como una mente tan ordinaria como la que dicta estas palabras vea recompensado a través de los medios su ego más rudimentario y reincidente. Digo esto porque realizando el repaso habitual a la prensa escrita esta mañana, he visto reflejadas algunas reflexiones que realicé en petit comité meses atrás. Si a ello sumamos que hace unas fechas se dirigieron a mi pronunciando la palabra "joven" en defecto del habitual "señor"en la cola del súper, debo reconocer que no quepo en mí.

La primera de ellas salió a la palestra en una tertulia de nachos y cerveza celebrada en casa meses atrás. Hablábamos de lo mal que le le sienta a muchos deportistas de alto nivel la jubilación de la alta competición. En ese momento -y en otros muchos que no vienen al caso- interrumpí para resumir el asunto de la siguiente manera: "Cuando eres futbolista y vas a un restaurante exclusivo no es necesaria reserva previa. Llegas y comes. Después de colgar las botas, eso suele dejar de pasar y hay gente que no lo asume con la naturalidad que debería". Y entonces leo hoy en El Mundo: "Te das cuenta que no formas parte de la élite cuando llegas a un restaurante y no tienes mesa reservada". Son palabras de un ex futbolista internacional.

La segunda afirmación la efectué la última vez que vi perder una final a Novak Djokovic. Veía el informativo de deportes acompañado de Rebeca y comenté: "Acuérdate bien de lo que te voy a decir: este tipo va a ser el nuevo número uno del tenis mundial en los próximos años, con el permiso de Rafa". Tras un leve giro de cuello y el posterior cierre de su maxilar para atacar otro bocado, mi mujer volvió a lo suyo sabiendo que se trataba de una profecía más de las mías que tanto le gusta olvidar, y no me extraña (véase: "Ya te anticipo que se van a cargar a Obama antes de las elecciones"; "se va a liar una gorda en las calles como siga creciendo el paro así" o "verás como este año va a ser un verano mucho más caluroso de lo normal"...) Entiendo que para tolerar este tipo de penitencias inventaron el amor, ¿no? Retomemos el hilo. Cuál es mi sorpresa cuando leo hoy en la prensa las declaraciones de Rafa Nadal tras la derrota ante el tenista serbio en semifinales: "Este partido ni en mis mejores condiciones lo podría haber ganado. La forma en la que ha jugado Novak es imparable (...) Nunca había jugado contra él a este nivel. No he podido cambiar la táctica porque cada golpe suyo era ganador".

Para redondear la jornada deportiva, os propongo que no perdáis detalle de la noticia que publicaba El País el jueves pasado que llevaba por título Maradona es cliente de Heinze. Añoro algún dato concreto en el cuerpo de la noticia, al margen de suposiciones y deducciones obvias pero simples, que aporte algo más de contundencia a la veracidad del artículo. Juzgad vosotros mismos.

SIGUE LEYENDO...

domingo, 8 de noviembre de 2009

Menuda lata

¿Habías visto alguna vez una lata de Coca-Cola como ésta? Nos la regalaron con un pedido de comida china días atrás. Notába algo raro al mirarla. Después descubrí lo que era...



Es así. La vista no te falla. Estás leyendo un tamaño de 35.5ml, en lugar de los habituales 33ml. Prefiero no reflexionar demasiado sobre ello.

Por cierto, sigue intacta en la nevera...

SIGUE LEYENDO...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Una guitarra brasileña para dos

Algo diferente lleno de virtuosismo y con un toque de humor, cortesía del Duo Siqueira Lima...

SIGUE LEYENDO...

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tú me dirás lo que leo

He decidido ponerme en vuestras manos. Lo sé, ingenuo de mí. La idea es fácil, veréis. Tengo intención de reanudar mis costumbres lectoras en breve -entendamos breve en su más amplio concepto- y he decidido poneros deberes. Tengo tres posibles tentativas y he pensado (controvertido verbo) que con vuestros juicios y opiniones podré decidirme por la candidautra más votada.

Veamos entonces. La cosa discurriría entre:
  • Tokio blues, de Haruki Murakami. Recomendado por los terapeutas de mis terapeutas de cabecera entre divanes, fogones, zumo de cebada y caldos de La Mancha. Vamos, todo un taco mexicano de armas tomar.
Espero vuestras opiniones en el caso de que ya haya pasado por vuestras manos alguno de estos libros, o quizá vuestras preferencias en el supuesto de que sólo baséis vuestros argumentos en intuiciones, recomendaciones de terceros o en la lectura de críticas varias al respecto. Pensad que estoy en vuestras manos.

Porque no todo en esta vida son obligaciones, os dejo con una canción cuyo título sería muy de Murakami...

SIGUE LEYENDO...