Extraigo de Cercant na Maria per sa cuina, el blog de Aurora Bonnin, una reflexión algo curiosa en la que compara nuestra política de andar por casa, con bata y zapatillas a cuadros (me veo de esa guisa sentado ante el televisor viendo Barrio Sésamo y me vengo arriba) y de menos recorrido que el metro en Son Banya, con la de algunas de las principales potencias mundiales que crearon escuela -curiosamente ello no les ha impedido lanzarnos hoy a la bancarrota mundial sin paracaídas-. Y dice así:
De partidos, enemigos y compañeros...
Es conocida la explicación de Churchill a un parlamenario británico. Al referirse el parlamentario a los del partido opositor como los enemigos, Churchill replicó que "los enemigos están en el propio partido". También es conocida la de Kornad Adenauer: hay enemigos, enemigos mortales y compañeros de partido.
Y ahora ya tenemos la versión española:
Bono ” Los de los partidos propios son unos hijos de puta”.
Y es por eso que a unos los llaman gentlemen y a otros no.
Como decía mi abuelo de alguien que no le depertaba excesiva admiración, "no li hem de donar més voltes, és un cap de faba". Y se quedaba tan ancho. Pensándolo bien, la vida no le trató tan mal... Tal vez redujo las posibilidades de que le acorralara la "hijop----" haciendo gala de esa diplomacia marca de la casa con sus amistades menos admirables. ¿Quién tuviera tus manazas, abuelo, con las que parecías tejer tus más severos monólogos? Y tu corazón, para remendarlo todo después de tanto ímpetu.
Cita postuaria: "¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros? (Abraham Lincoln)
No hay comentarios:
Publicar un comentario